regreso con algunas reflexiones

Hola a tod@s, namaste. Disculpad mi prolongada ausencia, pero tengo un virus infantil, mirad cuándo voy a pillarlo a mi edad, en fase ya de recuperación, pero me ha tenido bastante impedida para escribir, ya que el picor en las manos era realmente insoportable. Así pues, vengo con algunas reflexiones: La primera es una frase que leí en algún libro que dice si sucede conviene, es algo que yo ya sabía, pero está bien tenerlo en cuenta como mantra para esas ocasiones de la vida en que vienen mal dadas. Me llama mucho la atención que, al menos a mí me pasa, es cuando tenemos una enfermedad, no demasiado grave, cuando más tiempo tenemos para rezar, meditar, agradecer y dejarnos cuidar, dejarnos sentir queridos por nuestros familiares. La siguiente reflexión es que yo estuve bastante triste en navidades, cada vez me gustan menos estas fiestas porque parece que hay que vivirlas con alegría y consumismo, y a mí cada vez me hacen recordar más a los que ya no están, y cada vez se pasan más en solitario. Pero parece que este virus me ha venido bien para hacerme saber que no estoy tan sola como creía, pues he tenido personas que se han preocupado por mí. La última reflexión es algo de lo que ya hablé aquí, pero quería recalcarlo: Obviamente, no niego la existencia de virus, como ese componente físico en el aire necesario para expandir enfermedades, pero también están nuestros cuerpos energéticos. Al dar reiki, si sabemos que el otro tiene una enfermedad, especialmente vírica o que pueda transmitirse por el aire, es recomendable protegernos con una cúpula, para evitar a nivel energético el contagio de estos virus, la solución no es apartarse, podemos dar reiki protegidos para evitar contagiarnos. Sé que esta idea es difícil de entender, así que espero haberla dejado clara. El reiki siempre nos va a proporcionar amor incondicional, paz, relajación, alegría, la cúpula sólo es para protegernos y defendernos de los virus, no limita el amor incondicional que es reiki. Espero que os haya servido. un abrazo de luz, Alba Álvarez.

Comentarios